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¿Qué ver y qué escuchar?
5/9/2024

Cine Mexicano 101

Descrube con Gabriel Butrón un poco del Cine Mexicano.

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5/9/2024

Cine Mexicano 101

Descrube con Gabriel Butrón un poco del Cine Mexicano.

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Mi introducción al cine mexicano comenzó en los lugares más simples y clásicos del mismo, sin ningún otro propósito que disfrutar las películas que a mi papá le gustaba ver los fines de semana.

En mi familia, somos dos naciones distintas. Por un lado, está la parte de mi madre, una mujer que nació y creció en Argentina, atravesando un sinfín de periodos artísticos y deportivos. Una mujer dedicada a la aventura y a descubrir lo nuevo. Por otro lado, está mi papá, un hombre nacido en México, arraigado a las tradiciones más clásicas de una familia mexicana. Hijo de un músico que arreglaba televisores y de una madre que encontraba cualquier habilidad para conseguir trabajo y mantener a cinco hijos, mi padre encontró el arte a través de estudiantinas, bandas de guerra, hasta alcanzar su cumbre al formar parte de un grupo donde conoció lo más alto de la sociedad artística delos 70s y parte de los 80s. Sin embargo, eso nunca cambió su esencia: la de un niño que pagaba unos cuantos centavos en casas ajenas para poder tener acceso ala televisión y ser feliz con una que otra película de Cantinflas o Jorge Negrete.

El cine mexicano es un libro interminable dividido en muchos capítulos, cada uno distinto del otro, aunque algunos ocurren simultáneamente. En la primera edición de mi columna, hablamos de cómo el cinematógrafo, aparato inventado por los hermanos Lumière, dio origen al séptimo arte. Nos remontamos a esta máquina francesa gracias a un cierto presidente mexicano fanático de las invenciones de esta tierra. Porfirio Díaz, presidente y soberano de México en aquel entonces, fue uno de los primeros en recibir este aparato en nuestra tierra. Desde ese día hasta hoy, las historias y el cine mexicano se han reinventado constantemente, experimentando con técnicas y motivos auténticos.

En 1935, México se presentó de manera contundente en el mapa artístico cinematográfico, con el inicio de la Época de Oro del cine mexicano. Actores, fotógrafos y directores parecían estar a la par de los franceses o los suecos. Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Armendáriz, entre otros, se convertían en nuestros primeros superhéroes de la pantalla grande. Esta época del cine también trajo nombres como María Félix, Sara García, Emilio "El Indio" Fernández, Joaquín Pardavé, Dolores del Río, Gabriel Figueroa, Ignacio López Tarso y, por supuesto, Luis Buñuel. Esta época nos ofreció westerns como Los tres García o Los hermanos del hierro, y otras historias menos vaqueras como Él y Los olvidados de Buñuel, algunas más arraigadas a nuestras tradiciones como Macario, A toda máquina, Miércoles de ceniza, Enamorada, El ángel exterminador o Ni sangre ni arena, introduciendo a Mario Moreno "Cantinflas" poco a poco a los grandes reflectores. En 1956,Michael Todd y Michael Anderson lo invitaron a Hollywood para el papel de Passepartout en La vuelta al mundo en 80 días.

Claramente, desde las primeras presentaciones del "Chaplin Mexicano" hasta su paso al cine internacional, pasaron algunas buenas películas que me hicieron pasar agradables tardes con mi papá cuando las veíamos en "De película". Ahí está el detalle, Los tres mosqueteros, El bombero atómico y El bolero de Raquel son hitos en nuestra historia, sin quitarle mérito a lo posterior realizado por Mario Moreno.

Los mexicanos siempre esperaremos oficiales, barrenderos, curas, profesores y Don Quijotes tan gentiles como los que Cantinflas nos hizo aspirar en sus filmes. La historia de Mario es compleja, por lo que en 2014, Óscar Jae nada le dio vida en una película biográfica altamente criticada por hacer que un español interpretara el papel de uno de los mexicanos más icónicos de este país y su cine. Sin embargo, para mí, es una película biográfica imprescindible.

La Época de Oro, que terminó a finales de los 50s, dejó expectativas altísimas para la siguiente fase del cine mexicano. El cine nacional tiene muchas ramas: es profundo, auténtico, analítico, objetivo y crítico, junto a un grupo de adjetivos que, para mí, lo hacen uno de los mejores a nivel internacional. La próxima semana profundizaré en esto, pero esta vez, volviendo a mi padre, él me introdujo a unos cuantos héroes más de la pantalla.

El cine de luchadores, aunque cinematográficamente hablando de tecnicismos, pueda ser bastante deficiente, es sorprendentemente entretenido en cómo presenta a nuestros propios superhéroes enfrentándose a villanos muy nacionales. ¿Mi favorita? El Santo contra las momias de Guanajuato. Un héroe enmascarado, acompañado de su "Robin" nacional, Blue Demon, y peleando contra una criatura que hasta hoy se mantiene como una de las leyendas más visitadas en la ciudad del amor, Guanajuato. Los luchadores de oro, Blue Demon, Mil Máscaras, El Santo y Tinieblas, ponen un thriller de acción con estilo de James Bond y un toque de Batman.

De las más de 50 películas del cine de luchadores, El Santo contra las mujeres vampiro, El Santo contra el estrangulador y El Santo contra el asesino de la televisión son mi refugio seguro en los malos días. Los charros del cine de oro, un tipo gracioso como Cantinflas, unos luchadores que salvaban la nación y un ayudante de las Águilas del América, protagonizado por Chespirito, son los héroes que mi papá me presentaría como parte de la pantalla grande en México.

Hoy, el cine mexicano es una de mis principales fuentes de entretenimiento y consumo. Tengo mucho que desglosar en mi siguiente artículo dedicado al cine mexicano, pero este está dedicado a mi padre. Gracias, papá, siempre será una buena idea ver Nosotros los pobres un domingo.

Nacido en Pachuca, Hgo., desde los 5 años se acercó a las artes a través de la batería y estudió varios instrumentos, participando en proyectos musicales y teatro. En 2017 se convirtió en fotógrafo, inspirado por su amor por viajar, y más tarde buscó una licenciatura en cine para expandir su conocimiento audiovisual. Ha colaborado con personalidades como Aquiles Chávez, Inés Sainz y Molotov. Actualmente, se prepara para estrenar su primer documental, grabado en la alta sierra de Hidalgo, mientras dirige una productora de cine que ha trabajado con marcas como Citibanamex.

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