El Papa Francisco atraviesa un complicado momento de salud tras sufrir dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el pasado lunes. A pesar de la gravedad de la situación, el Vaticano ha informado que el Sumo Pontífice se mantiene consciente y estable dentro de lo posible.
Una crisis preocupante
Hace unos días, el Papa fue hospitalizado de emergencia debido a problemas respiratorios. Ahora, un comunicado oficial reveló que el Santo Padre presentó una acumulación severa de mucosidad endobronquial, lo que derivó en crisis de broncoespasmo. Durante la mañana del lunes, alternó fisioterapia respiratoria con momentos de oración en la capilla; sin embargo, más tarde sufrió una crisis que provocó vómitos con inhalación, afectando gravemente su capacidad respiratoria.

Procedimientos médicos y tratamiento
Ante el deterioro repentino, los médicos realizaron dos broncoscopias para aspirar las secreciones acumuladas en sus pulmones. A pesar de la complejidad del cuadro, el Vaticano ha asegurado que el Papa se ha mantenido "lúcido, orientado y colaborador" en todo momento. Debido a la afectación respiratoria, Francisco ha retomado la ventilación mecánica no invasiva para garantizar una oxigenación adecuada.
Pronóstico y seguimiento
Aunque en días recientes se habían observado leves mejorías en su estado de salud, este nuevo episodio genera incertidumbre. Los médicos han señalado que su pronóstico sigue siendo "reservado", lo que significa que su evolución es incierta y requiere monitoreo constante.
El mundo católico y seguidores de todo el planeta se mantienen atentos a cualquier novedad sobre la salud del Papa Francisco, enviando mensajes de apoyo y oración en estos momentos críticos.