En un mundo donde la tercera edad suele estar asociada a soledad o dependencia, emergen alternativas inspiradoras como el cohousing, una tendencia nacida en Dinamarca que ahora toma fuerza en México.
Este modelo de vivienda colaborativa promueve una vejez digna y acompañada, basada en la comunidad y el cuidado mutuo.
Ejemplo de ello es Casa Galeana, hogar de cuatro amigas feministas en la CDMX, quienes decidieron unirse para compartir gastos, tareas y, sobre todo, construir una "pensión emocional".
En este espacio, disfrutan de independencia, actividades compartidas y apoyo en momentos difíciles, desafiando los modelos tradicionales de retiro.
Además, colectivos como Territorios de Cultura para la Equidad y Red Cohousing México trabajan para replicar este tipo de iniciativas, adaptándolas a la realidad mexicana. Desde proyectos piloto hasta investigaciones académicas, el objetivo es ofrecer alternativas viables para quienes buscan envejecer con dignidad y compañía.
El cohousing no solo responde a problemas estructurales como la precarización económica y el abandono, sino que también resignifica conceptos como familia, comunidad y apoyo mutuo, proponiendo un cambio cultural hacia una vejez compartida y plena.