Las pastillas anticonceptivas, utilizadas por millones de mujeres en todo el mundo, son uno de los métodos anticonceptivos más conocidos en México, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (2018).
Estos medicamentos hormonales previenen el embarazo al inhibir la ovulación y bloqueando el ingreso de espermatozoides por el cuello uterino.
Con una efectividad de alrededor del 98%, según la Secretaría de Salud, se presentan en dos formas principales: los “anticonceptivos orales combinados”, que contienen estrógeno y progesterona sintéticos, y la “minipíldora”, que solo contiene progestina.
Relación del cáncer con las pastillas anticonceptivas
El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos señala que los estudios sobre anticonceptivos orales y cáncer son observacionales, por lo que no pueden establecer una causalidad directa.
Sin embargo, han proporcionado evidencia consistente de que el uso de pastillas anticonceptivas puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer y reducir el de otros.
Cáncer de mama: Un análisis de datos de 153,536 mujeres mostró que aquellas que usan anticonceptivos orales tienen un ligero aumento en el riesgo de cáncer de mama en comparación con las que no los usan.
Cáncer de cuello uterino: Un estudio con más de 50,000 mujeres reveló que el riesgo de cáncer de cuello uterino invasivo aumenta con la duración del uso de anticonceptivos orales.
La Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) continúa investigando cómo los anticonceptivos influyen en el riesgo de cáncer.
Es crucial que las mujeres consulten a su ginecóloga para elegir el método anticonceptivo adecuado y evaluar cómo podría afectar su riesgo de cáncer u otros padecimientos.