En una noche donde la música de Adele resonó con la misma intensidad que el clima, la cantante británica volvió a sorprender a sus seguidores, pero esta vez, no fue solo por su voz inigualable, sino por un gesto que desató una nueva tendencia.
El 14 de agosto, durante un concierto en Múnich, una tormenta desafió no solo la paciencia del público, sino también la del propio escenario. La lluvia caía sin cesar, empapando a todos los presentes, incluyendo a Adele, quien, lejos de dejar que la situación afectara su presentación, demostró por qué es una de las artistas más auténticas y queridas del mundo.
Con un movimiento que nadie esperaba, Adele decidió intercambiar sus lujosos tacones por un par de New Balance, específicamente, los icónicos 530. Entre risas, la cantante comentó: “Sé que voy a verme ridícula en un Armani Sequin Ball Gown con un par de New Balance puestos, pero mis pies se están congelando”. La reacción del público no se hizo esperar: las risas y los aplausos llenaron el lugar, mientras Adele demostraba una vez más su capacidad para conectar de manera genuina con sus fans.
El par de New Balance que eligió, los 530, es un modelo que evoca la nostalgia de los años 90 y 2000, con un diseño retro que no compromete la comodidad. Según la marca, estos tenis combinan un estilo cotidiano con tecnología moderna, destacando la amortiguación ABZORB que ofrece una experiencia superior al caminar. No es la primera vez que Adele opta por New Balance; en anteriores ocasiones ha sido vista usando otros modelos, como los 550, que también han dejado su huella en la moda.
Lo que pudo haber sido un inconveniente en la noche se convirtió en un momento memorable, y los New Balance de Adele, en un símbolo de autenticidad y estilo. Porque, al final, la comodidad también puede ser glamorosa, y si Adele lo hace, ¿por qué no atrevernos nosotros también?