La meditación es una práctica milenaria que ha demostrado, con respaldo científico, su impacto positivo en la salud mental y física. Según la Sociedad Americana del Corazón, su origen podría remontarse hasta 7,000 años atrás. En el mundo actual, donde el estrés es parte del día a día, meditar se ha convertido en una herramienta clave para alcanzar el bienestar.
Principales beneficios
- Controla la ansiedad y el estrés: Estudios del NCCIH indican que puede ser tan efectiva como la terapia cognitivo-conductual para tratar estos trastornos.
- Mejora la calidad del sueño: Reduce el insomnio y disminuye pensamientos negativos en situaciones estresantes.
- Alivia los síntomas del TEPT: Es una alternativa tan eficaz como la terapia de exposición prolongada en casos de trastorno de estrés postraumático.
- Apoya la recuperación de adicciones: Aumenta la conciencia sobre emociones y pensamientos que desencadenan conductas negativas.
- Beneficia la salud mental en pacientes con cáncer: Ayuda especialmente a mujeres con cáncer de mama.
- Facilita el control de peso: Promueve una relación más consciente con la alimentación.
- Regula el sistema nervioso autónomo: Impacta funciones fisiológicas como la presión arterial y la digestión.
- Fomenta la autoconciencia: Promueve un estado de plenitud y bienestar general.
- Reduce el miedo y la ansiedad: Ayuda a manejar reacciones desproporcionadas y a romper el ciclo de la ansiedad.
- Transforma el cerebro: Mejora el procesamiento de información, retrasa el envejecimiento cognitivo y ayuda a controlar el dolor.
Cómo empezar a meditar
- Encuentra un lugar cómodo y silencioso.
- Concéntrate en la respiración: inhala por la nariz y exhala lentamente por la boca.
- Usa un mantra como “OM” y repítelo mentalmente para calmar la mente.
- Practica a diario por al menos 10-20 minutos.
La meditación no solo mejora tu calidad de vida, también te conecta con tu bienestar interior. Empieza hoy y siente la diferencia.