¿Y ahora con qué nos vamos a hacer los chilaquiles? Estados Unidos decidió ponerle aranceles del 20.91% a los tomates mexicanos, lo que podría encarecer tu ensalada, tu cátsup... ¡y hasta el guacamole con jitomate!
Este lunes, el Departamento de Comercio de EU anunció que, a partir del 14 de julio, aplicará este impuesto como castigo comercial tras salirse de un acuerdo con México, argumentando que el trato no protegía a los productores estadounidenses.
“Esta medida permitirá a los productores estadounidenses de tomates competir de forma justa en el mercado”, declararon.
¿Y México qué dice?
Aunque la noticia cayó como jitomatazo, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que no hay otro país capaz de sustituir el nivel de producción y calidad de los tomates mexicanos. Así lo dijo en la mañanera:
“Si lo quieren hacer, pues simplemente van a pagar 21 por ciento más caros sus tomates”.
Además, advirtió que si no se llega a un nuevo acuerdo con EU, lo único que van a conseguir es pagar más por sus salsas, ensaladas y hasta por su cátsup.
¿Es una guerra comercial disfrazada?
Con esta decisión, Estados Unidos rompe el pacto anterior sobre comercio de tomate que llevaba años funcionando entre ambos países. Y aunque hace apenas unas semanas se decía que México estaba a salvo de nuevos aranceles, este golpe directo a un producto tan básico podría tener consecuencias… tanto económicas como culinarias.