En Texcoco, el Día de Muertos adopta un sabor especial con una nueva creación culinaria: el pan de muerto negro, una propuesta de Xolo Café que combina la tradición y la innovación. Este peculiar pan, creado por Saraí Lucero Sánchez y su familia, está hecho con ceniza de totomoxtle y relleno de camote morado, un dulce típico en los altares de Día de Muertos.
Inspirada en la necesidad de destacar en medio de la crisis de la pandemia, Saraí buscó innovar en sabores y presentaciones, logrando una versión única de pan de muerto que simboliza misticismo con su color negro y detalles como pétalos de flor de cempasúchil en la parte superior. Además, la ceniza de totomoxtle, ingrediente en tendencia en panadería y heladería, aporta un toque auténtico y una textura especial al pan.
Para quienes buscan más variedad, Xolo Café también ha lanzado panes de horno de piedra en forma de conejitos, gallinitas y nimitas, con sabor a guayaba y una deliciosa capa de dulce de camote morado. Estas creaciones se han convertido en un éxito, ofreciendo un toque innovador que mantiene viva la tradición.